El sueño me empuja a un lugar extraño
las luces son negras con ribetes blancos,
casas sin ventanas, ciegas de no ver,
las calles vacías, el silencio muerde,
las paredes hablan un extraño idioma,
se ríen se mueven, parece que bailan
a la tierra atadas, sujetos los pies.
De hierro y cemento una torre enorme
Un cartel muy grande… “Banco del Poder”
Hombres que están huecos reciben limosnas
de un tremendo Ujier con botones de oro.
No sirve el dinero pues no hay de comer.
Coches como tanques, llevan en su piel
escritos los signos de un secta extraña,
quizás religiosa, política acaso
no es la cruz gamada, ni la cruz cristiana.
Tres hombres muy gordos bajan de sus coches,
ríen a destajo, tiran
cacahuetes
y también pistachos y olivas de hueso.
Orondos de gozo, no miran a nadie,
la gente no existe, parecen esclavos…
Son todos iguales…hechos a una tinta
de un gris sin matices, tristes, apagados…
El viento que arrecia, se lleva a los hombres,
su cuerpo está hueco, vacío sin carne,
hojas de un castaño que el viento se lleva,
sin remedio, lejos…esos ya no vuelven.
Mientras, de lo alto… no puedo entenderlo
llueven los billetes, monedas de cambio,
Acciones y cheques, también talonarios…
Corren como locos…se agreden, se pisan,
hasta se apuñalan como mercenarios.
Hombres que están huecos, me miran con odio…
Tienen los bolsillos llenos de dinero.
Les pregunto a todos, nadie me responde
no tienen la lengua, los ojos son cuevas
el gesto de miedo…¡Pobres millonarios!…
Dos hombres de rojo me cogen los brazos,
me aprietan muy fuerte hasta hacerme daño…
¿Eres tú el que quieres cambiar nuestro mundo?
Siento que me clavan un puñal muy grande…
Un angor de muerte mueve mis entrañas…
…De pronto despierto… me froto los ojos…
Todo ha sido un sueño…¿Sera una advertencia?
Me quedo pensando….¡Una pesadilla…!
los sueños avisan, ¡Son premoniciones…!
¿Ese es el futuro?....que extraño…que extraño…
" El hombre, que difícilmente gobierna a otros
hombres...
no quiere ni querrá nunca dejarse gobernar por esos
locos
incapaces que se aferran al poder
por su propia ambición…”
AZPEITIA